¿Es posible evitar las comisiones bancarias? ¿Cuáles de ellas son negociables? ¿Hay establecido algún límite para evitar comisiones abusivas?

Las entidades cobran comisiones por los propios productos bancarios, pero también por sus servicios, y por la administración, tramitación y prestaciones de servicios de inversión. Aunque las entidades tienen la obligación de informar de cuánto cuesta cada producto y de cuáles son los gastos de las operaciones, lo cierto es que muchas veces el cliente es consciente de ellas cuando las descubre revisando los movimientos a través de la banca online o cuando llegan los extractos de operaciones a su correo. ¿Es posible evitar las comisiones bancarias? ¿Cuáles de ellas son negociables? ¿Hay establecido algún límite para evitar comisiones abusivas?

La tendencia de las entidades bancarias es la de eliminar comisiones en la mayoría de sus productos o servicios, pero lamentablemente todavía hay muchas comisiones que gravan el ahorro de los españoles. Si se compara adecuadamente, es posible evitar no sólo una sino hasta diez comisiones diferentes:

1. Mantenimiento y administración de cuenta: la banca online ha eliminado prácticamente estas comisiones, otras permiten dejar un saldo mínimo en cuenta para evitarlas. Lo ideal es que den intereses por el dinero en cuenta (las cuentas remuneradas), pero como mínimo es muy importante negociar que no cobren comisiones por servicios o cambiar de banco.

2. Descubierto de cuenta: es una comisión difícil de evitar, ya que se trata de una situación en «números rojos» que el banco procederá a aplicar un pago, una comisión mínima o un porcentaje sobre el saldo que ha quedado ha descubierto. Bastará con mantener siempre un saldo mínimo a prueba de recibos de última hora, fácil de decir pero a veces imposible de cumplir.

3. Inactividad o exceso de movimientos: una pequeña retirada de efectivo cada cierto tiempo o un depósito de manera frecuente, pero sin excedernos, mantendremos un ciclo de movimientos natural en la cuenta.

4. Mantenimiento de tarjeta de crédito: no hay que llevarse a engaño. Muchas entidades ofrecen tarjetas de crédito gratuitas, pero sólo durante una primera etapa promocional. Mientras algunas verdaderamente lo son, otras cobran una pequeña cantidad anual, y con otras sólo será necesario realizar diferentes pagos al año por un importe mínimo que, en la mayoría de los casos, suele ser perfectamente asumible si hacemos un uso frecuente de la misma.

5. Retirada de efectivo de cajeros: si se va a retirar de manera frecuente dinero del cajero con la tarjeta de crédito, es mejor optar por una tarjeta de débito y tener clara la relación de cajeros en las que esta operación está exenta de comisiones.

6. Transferencias e ingresos de cheques y pagarés: forman parte del grupo de comisiones eliminadas de los bancos que trabajan a través de Internet. En el caso de las transferencias es posible evitarlas solicitando una orden de transferencia o traspaso de efectivo en la que, como requisitos, debemos ser titulares de ambas cuentas y que la cuenta origen acepte este tipo de operaciones.

7. Gastos de correspondencia: en la plataforma online de la entidad, se puede desbloquear la opción para que no envíen correo postal de los movimientos o solicitudes que se realicen en la cuenta.

8. Comisión de estudio y apertura de un crédito: este tipo de comisión puede evitarse si se solicita dentro de las condiciones especiales de los préstamos para jóvenes, autónomos o pequeñas empresas, donde este tipo de comisiones suelen ser más flexibles.

9. Modificación de las condiciones: las novaciones, o modificaciones de las condiciones de un préstamo, tienen la ventaja de que nos evitan los costes notariales y registrales de las hipotecas. La comisión está limitada al 0,1% del capital que quede por amortizar cuando el préstamo a interés variable.

10. Cancelación anticipada del depósito a plazo: las entidades que operan online y aquellos depósitos que se realizan con un importe bajo y con un vencimiento a corto plazo, no suelen disponer de este tipo de comisión. Para una liquidez completa, es posible optar por un depósito a la vista o cuenta remunerada, donde no sólo se puede cancelar en cualquier momento, sino que permite realizar retiradas de efectivo total o parcial, sin modificar la rentabilidad del producto.

Negociar comisiones

A cambio de disfrutar de productos sin comisiones el cliente tendrá que asumir algún tipo de condición que puede ir desde una mínima vinculación con la entidad, como la domiciliación de la nómina (que en la mayoría de los casos no supone mayor inconveniente al bolsillo), mantener un saldo o consumo mínimo anual (habrá que hacer cuentas y una estimación de si esta condición se puede llevar a cabo sin problemas mayores) o la contratación de otro producto de la entidad (es necesario plantearse si realmente nos interesa contratar un plan de pensiones o una tarjeta de crédito; las condiciones que ofrecen pueden no ser tan interesantes como otros productos del mercado, teniendo en cuenta que seguramente acarreen unas comisiones que hagan perder todo el ahorro anterior).

Las entidades bancarias tienen la obligación de publicar un folleto con todas las tarifas máximas de comisiones, registrado en el Banco de España, indicando cuáles son los gastos que puede acarrear cada operación. Las entidades que ofrecen servicios de inversión también están sujetas a las mismas obligaciones, en este caso, sus tarifas máximas están registradas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Eva Llorca es editora del comparador de bancos iAhorro.com

 

Fuente original: Expansion.com